lunes, 19 de febrero de 2018

Del Big Brother al Big Data: la sociedad del perfilaje


Nuestra más actual evolución social parece que confirma que lejos de llegar a vivir, como exponía Foucault, en una sociedad de la vigilancia, nos encaminamos hacia una sociedad del perfilaje (Profiling). Los algoritmos empiezan ya a gobernar las decisiones por el cálculo de optimización despreciando la creatividad, las diferencias, las bifurcaciones o la espontaneidad de la vida.

Todo indica que nuestra época no será la del Big Brother de Foucault que todo lo ve, controlador y vigilante para posteriormente castigar. No estamos en un régimen de normalización que ejerce el poder sobre los cuerpos por una vigilancia individualizada para poner la vida al servicio del sistema productivo (Biopolítica), sino más bien ante un régimen que neutraliza la vida misma y todo lo que ella tiene de alteración imprevisible, nunca completa, nunca adecuada a ella misma. 

Con el Big Brother la autoridad estaba encarnada en una figura más o menos concreta, identificable en cualquier caso. Aquí ya no hay una autoridad concreta sino un hiperpoder concentrado en los actores GAFAM  (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) de internet y las redes. Acumulando y tratando el Big Data controlan una riqueza más importante que el dinero: el espacio de la potencialidad, el señor del mundo.

La potencialidad de los algoritmos de perfilaje, generando perfiles automatizados,  que desprecian la singularidad y la imprevisibilidad de los sujetos, puede generar una nueva y truculenta desigualdad algorítmica: quizás no podremos acceder a un crédito, a un puesto de trabajo o  a la universidad porque nuestro perfil algorítmico nos los impida. Puede que los algoritmos sean para los pobres como una forma rápida y óptima de toma decisiones, mientras que a los ricos les atiendan personas que tengan en cuenta otros factores y, por tanto, ofrezcan más flexibilidad.

Lo que Foucault parecía defender: no ser gobernados por otra cosa que sí mismo ya esta aquí...y ¡ es el horror! Autoexplotación laboral (Byun-Chul Han), perfiles (profiles) construidos artificialmente como presentación reduccionista de adecuación a lo deseado por el mercado tanto personal como profesional , exposición personal en las redes a la indignación y el odio, fake news, tendencias estándares mundiales (trendic topics) que excluyen otras inquietudes...

Nos queda solamente intentar buscar  los espacios de  inadecuación a la vida misma que son la fuente de nuestra angustia existencial, pero también el espacio de nuestra libertad.