sábado, 12 de febrero de 2011

El lenguaje que nos habla: de la genética a los memes



                              "El Ser que puede ser comprendido es lenguaje"
                                                           H.G. Gadamer

A veces uno tiene la desosegada sensación cuando escribe o habla de que en vez de redactar o pensar ideas propias u originales, de hablar un lenguaje individual dentro de la Torre de Babel de los lenguajes, es en el fondo el lenguaje el que le habla a uno.

Nuestro admirado filósofo vienés Wittgenstein ya nos decía que el límite del mundo es para nosotros el de nuestro lenguaje: lo que no se puede nombrar o decir en el fondo no existe para nosotros. El hablar un lenguaje determinado crea una visión del mundo y condiciona una identidad personal y vital. Es por esta razón que la perdidas de lenguajes en el mundo suponen un empobrecimiento cultural, de visiones diversas de la realidad y vivencial que debe evitarse a toda costa.
Dentro de la Ciencia y en concreto de la Biología hay diferentes investigaciones como la que se expone en el libro "El gen egoísta" del etólogo Richard  Dawkins que vienen a confirmar la inquietante idea de que quizás todos nosotros no seamos más que meros cuerpos de  receptáculos  para los genes:
"Somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células."

Pero también una de las cuestiones más novedosas del libro es  que va más allá de la biología y entra en el ámbito cultural para introducir la existencia de los denominados memes: son a imagen de los genes, que transmiten caracteres biológicos de generación en generación, unidades de transmisión cultural o de imitación. Éste es un nuevo replicador que se reúne en un “acervo de memes” y se propaga de un cerebro a otro mediante un “proceso de imitación”, ejemplos de ello son las ideas, las modas, las formas de fabricar, o la idea de Dios. Así como los genes saltan de cuerpo en cuerpo utilizando como vehículos a óvulos y espermatozoides, los memes hacen réplicas de sí mismos mediante la imitación. El meme "parasita" al cerebro, por lo cual el mismo pasa a ser vehículo transmisor del meme en cuestión ,de manera análoga a como un virus parasita el mecanismo genético de la célula anfitriona. Estos nos crean un acervo, una visión del mundo, de lo que se debe hablar  y transmitir  y que nos es introducida en nuestras mentes y lenguaje sin que seamos conscientes. En definitiva nuestro gran y soberbio concepto de individualidad o ego quizás empieza a tambalearse como idea válida al ser el lenguaje quién en el fondo probablemente nos utiliza para hablar en cada uno.

Y llegados a este punto las preguntas que todo esto no deja son, si más no, inquietantes: Esta entrada del blog  ¿La he decido voluntariamente? ¿Nos estamos inconscientemente infectando en este momento culturalmente...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario