lunes, 3 de enero de 2011

La economía no existe: ¿saben realmente de qué hablan los economistas?

Ante este provocativo título el lector avezado en el fondo negará con la cabeza: "¿Cómo no va existir la economía, si estamos todos fastidiados por la crisis?" Pues igual es precisamente por eso.

Desde su aparición como ciencia "seria" en el siglo XVIII la economía siempre ha estado bajo sospecha de falta de cientificidad y rigor que poseen otras ciencias como la física o la química. Hay una evidente falta de capacidad predictiva y muchas veces explicativa por no hablar de la diversidad de opiniones muchas veces contradictorias que sobre un mismo tema pueden tener diferentes economistas. Se arropa de todo un instrumental analítico (matemático y estadístico), una metodología y un lenguaje que para las personas no iniciadas parece esotérico y que en el fondo quizás no haga más que esconder la incapacidad de modelización de la conducta humana.

Y, ¿cómo funciona en el fondo la metodología económica?:
"Imaginemos a una persona enferma, que acude a un dispensario y le dicen "Uy, madre. Sus síntomas se deben a diversas y complejas causas que pueden ir desde un cáncer a un resfriado: desde la rubéola hasta la inflamación de la próstata. Primero hay que ver la evolución de los macrosíntomas, las respuestas que produzca su cuerpo; sólo entonces podremos elaborar planes de choque". El paciente, preocupado, acude ahora al hospital y allí le hacen unos análisis:" Nuestra prevision, le dice el analista, es que le quedan dos días. Perdón, las expectativas son ahora optimistas: calculamos tres años de vida. Bueno, hoy hemos revisado nuestra previsión a la baja y de hecho creemos que ya debería estar muerto".

Finalmente, el enfermo va a ver al premio Nobel de Medicina quien le asegura: "Bueno, éste es el cuadro estructural de su estado desde una perspectiva dinámica frente a los retos del futuro que debe afrontar: ya que ha nacido usted, tiene ahora una amplia gama de posibilidades de morir. En cualquier caso, mantiene un crecimiento sostenido y estable en algunos sectores de su cuerpo, como la melena y las uñas de los pies".

Si la economía no es una ciencia, si no puede curar los males que ella misma crea, si no puede prever el resultado de lo que propone como solución o terapia ¿qué tipo de disciplina es? (¿Y para qué sirve?)."

 ¿Por qué tenemos tanto respeto a los economistas o a los financieros? ¿No nos estarán en el fondo amargando la vida sin mucho fundamento?. Veamos otro ejemplo real para seguir reflexionando:

"Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank, dijo en el canal Bloomberg el 17 de marzo de 2008: "Ya no creo en el poder de autocorreción de los mercados". Este acto de apostatía es una demostración más de que la economía es una creencia más o menos generalizada, no un conocimiento positivo. Ningún científico se levanta y dice "ya no creo en la segunda ley de la termodinámica" o "he dejado de tener fe en la evolución". Si la economía es una ciencia, sus creencias deben ser demostrables. En las leyes científicas no se cree: se cumplen o no se cumplen. ¿Y qué tipo de leyes rigen la economía?. Fácil: las leyes de la narrativa...(¿Y, cuanto de real puede haber en una obra literaria de ficción?)"

Si después de esto aún seguís creyendo en lo que os dicen los economistas os recomiendo leer el libro de Antonio Baños "La economía no existe" de donde han sido extraídas las anécdotas y muchas afirmaciones. Un libro sobre la economía vista desde el humor (una perspectiva sin duda necesaria) donde desvela que la economía no es sino un sistema de creencias disfrazado de ciencia, y sus profetas fallidos, los economistas, son los verdaderos responsables del fiasco de la crisis...upps, perdón, yo estudié para ser economista, y encima financiero...

1 comentario:

  1. Muy buen artículo, llegué a él puesto que en los últimos días me había preguntado si la economía realmente existía o solo era un ser metafísico, como un conjunto de creencias. Buscaré el libro que pusiste. Muchas gracias!

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